Estoy secuestrado de por la emoción de por vida. Pienso que estoy detrás de este baile silencioso de sábanas y carne se encuentra la pesadilla desoladora de un Xavier con miedo, un mensaje apocalíptico. Una forma de vivir totalmente diferente a los demás. Que la alegría no tiene fronteras y que la risa derriba cualquier barrera son hechos indiscutibles.

“El conocimiento de uno mismo puede matar al dragón del miedo y de la duda”. -Robert Fisher- 

Estoy secuestrado emocionalmente. No es posible “no sentir nada” ni que “nada me afecte”. Aunque no sepamos o no queramos escuchar a nuestras emociones, ellas igualmente están ahí, dándonos señales. Las queramos o no, ahí están las señales que nos manda nuestro cuerpo. Tampoco es posible que “nada me afecte” porque todo estímulo provoca alguna reacción en nosotros. No somos inmunes al dolor, porque del dolor también podemos aprender. Despertar del piloto automático pasa por respirar. Al respirar podemos hacernos conscientes de qué sensaciones tenemos y de qué emoción estamos sintiendo en cada momento.

Quien más y quien menos de vez en cuando se pone en piloto automático. Cada vez que noto que pongo el piloto automático puedo parar, respirar y darme cuenta qué está pasando en mi interior.De esa forma, entro en contacto con el momento presente y puedo saborear el momento

Las barreras emocionales hacen que nos escondamos como camaleones en una piel dura que nos impide mostrarnos tal y cómo somos. El miedo nos anestesia del dolor momentáneamente. Pero, aunque estemos “dormidos”, seguimos sintiendo bajo el caparazón. Seguimos siendo frágiles y vulnerables. Sigue habiendo vida tras nuestro corazón endurecido. Si queremos seguir con nuestras barreras… lo que hemos de hacer es parecer fuertes, pensar que no necesitamos la ayuda de nadie, ni la compañía de ninguna persona para salir adelante. Además, otra receta para no soltar nuestras corazas sería intentar agradar a todo el mundo y no mostrar nuestros sentimientos ante nadie.

En cambio, para romper las corazas emocionales….. ¡Secuestrados de por vida!, para empezar a experimentar y sentir cosas diferentes es necesario empezar por conocernos a nosotros mismos. Aprender de nuestras conductas, saber qué pensamos, cómo sentimos y qué hacemos con los que sentimos,  es el primer paso para empezar a ir desmontando nuestras barreras emocionales.

Para esta ruptura de coraza necesitamos con urgencia: mostrarnos vulnerables, reconocer que no podemos con todo, y sobretodo huir de la perfección.Las barreras emocionales hacen que nos escondamos como camaleones en una piel dura que nos impide mostrarnos tal y cómo somos. El miedo nos anestesia del dolor momentáneamente. Pero, aunque estemos “dormidos”, seguimos sintiendo bajo el caparazón. Seguimos siendo frágiles y vulnerables. Sigue habiendo vida tras nuestro corazón endurecido.

Si queremos seguir con nuestras barreras… lo que hemos de hacer es parecer fuertes, pensar que no necesitamos la ayuda de nadie, ni la compañía de ninguna persona para salir adelante. Además, otra receta para no soltar nuestras corazas sería intentar agradar a todo el mundo y no mostrar nuestros sentimientos ante nadie. En cambio, para romper las corazas emocionales….. Para empezar a experimentar y sentir cosas diferentes es necesario empezar por conocernos a nosotros mismos

Aprender de nuestras conductas, saber qué pensamos, cómo sentimos y qué hacemos con los que sentimos, es el primer paso para empezar a ir desmontando nuestras barreras emocionales. Para esta ruptura de coraza necesitamos con urgencia: mostrarnos vulnerables, reconocer que no podemos con todo, y sobretodo huir de la perfección.

“No puedo conocer lo desconocido si me aferro a lo conocido”. -Robert Fisher-

A partir de aquí, soy vuestro.

Mas vuestro no puedo ser.

¡Y no porque yo lo diga, sino porqué así me has secuestrado tu!

Niko Rosales
Tarragona 8 de Abril de 2019.