Buenas noches queridos seguidores. No os voy a asombrar mucho si os explico que la mayoría de las cosas, lo que nos rodea se pueden volver tóxicas o tienen un grado de toxicidad.  La clave aquí está en la cantidad y ser consciente de que estamos abriendo la puerta a esa toxicidad.  Podemos tener un ambiente laboral tóxico o nuestra relaciones familiares de amistad y de pareja pueden volverse altamente tóxicas y, por último, el mundo digital. Normalmente llega de manera gradual sin darnos cuenta y por eso es tan peligrosa.  Cuando tú sabes que algo es malo para ti y lo ves venir o te alejas o le pones límites pero cuando algo entra de manera gradual, a veces, no te das cuenta que ya está dentro de ti hasta que ya te ha hecho demasiado daño. La principal forma de impedirlo es aprendiendo a detectarlo identificando las estrategias de la persona tóxica y las puertas de entrada que nosotros les damos.

Hay cariño que puede ser una sentencia de infelicidad, unos padres tóxicos pueden acabar con nuestra autoestima, nos pueden volver completamente dependientes.  En muchos casos los padres no son conscientes que lo están siendo, incluso creen que están haciendo lo mejor por sus hijos. Creen que sobreproteger, ser perfeccionista o extremadamente estrictos les está haciendo bien. Hablamos de persona tóxica, yo conozco muchas eh, las he bloqueado en Whatsapp jaja. Es una persona que te hace daño o daña parte de tu realidad y que, en muchos casos, tú le has abierto la puerta a que te haga daño. Pero ¿nacen? o ¿se hacen? Depende, hay gente que puede ser tóxica para una persona y no para otra, nosotros damos la llave al tóxico para entrar en nuestra vida. Hay gente que más que tóxica es letal porque o bien tiene un trastorno de la personalidad o porque es de un egoísmo feroz. Todos podemos ser tóxicos y lo somos sin darnos cuenta, aquí lo importante es el grado.  En el momento que manipulamos o queremos imponer nuestra voluntad nos volvemos personas tóxicas.

Hay gente que se la ve venir fácilmente y esas no son tan dañinas porque inmediatamente les cerramos la puerta. Estoy hablando de la gente que es egoísta o con un trastorno de la personalidad. El problema de una pareja, un padre o un amigo es que son gente que queremos y nos quieren pero nos están dañando o desequilibrando emocionalmente. Esa gente se vuelve tóxica para nosotros porque conocen nuestras vulnerabilidades y las utilizan para manipularnos. Por eso, hay que individualizar cada caso y que todos hagamos una reflexión propia de qué y quien están siendo tóxicos en nuestras vidas.

¿Se rehabilitan ? Más que rehabilitarse, porque siento que esta palabra no la utilizaría hablando de toxicidad, creo que podemos hacer consciente a una persona tóxica de que su forma de actuar nos está haciendo daño y que no se va a salir con la suya.