Negaré que lo he escrito, pero tampoco podemos pedir más amparo por parte de quien nos debería rescatar de esta locura. No se como lleváis este 2023 pero yo lo llevo mas o menos, he tenido algunos problemitas de salud que he tenido que solucionar.

Quiero pensar que todo es torpeza. Quiero creer que no hay mala fe. En esta vida uno encuentra básicamente dos tipos de personas: la mala gente y los torpes. Los que lo hicieron todo con mala baba y los que simplemente nos equivocamos cada dos por tres. Y a mí, que siempre me ha parecido que todo maligno era alguien que de pequeño necesitó más de un abrazo, no me da el coco para que –de todos los lugares del planeta– justo aquí se hayan concentrado todas las expresiones posibles de la maldad.

Por eso hoy, y sin que sirva de precedente, quisiera empezar lanzando un ole por cada torpe que manda en nuestro país. Que por qué empiezo por los que mandan. Pues porque la torpeza es proporcional al poder que desempeñas. Cuanto más arriba estés, más torpe te puedes mostrar. A mayor presupuesto, mayores medios, mayores competencias, mayor puede ser cada torpeza en el ejercicio de tu responsabilidad. Sí, es posible que yo sea el tipo más torpe de España. No me importa reconocerlo, recordarlo, subrayarlo una vez más. Pero como soy un mindundi que a casi nadie afecta lo que hace, pues mire, tengo como mucho una torpeza de alcance micro, que tienen que sufrir sobre todo mis allegados, mis ‘followers’, mis lectores y como mucho algún espectador despistado.
Pero quien manda, cuando la caga, entorpece mucho, entorpece más.
Torpe o no les deseo un feliz dia.
Niko Rosales